2 formas simples de mejorar tu fanbase
Si la música es un reflejo de la sociedad, ¿qué significa que hoy escuchemos música sobre cómo ser felices los cuatro o recorrer tu cuerpo despacito?
Sólo significa que, además de dinero para sonar en todos lados, tienen a un equipo detrás que por cientos de dólares hacen una cosa (bueno, varias) para no sólo generar una fanbase, sino lograr que ésta se comprometa con su canción; que no solo tu vecino -y el chofer, y el de los tacos- la ponga a cada rato, sino que un grupo de seguidoras te ataque por todos lados si los insultas en las redes sociales.
¿Y te digo algo? Hay, mínimo, 2 cosas que te pueden ayudar a tener una fanbase (base de fans) más comprometida y que puedes hacer tú con mucho menos dinero y unas cuantas neuronas quemadas.
1.- Amarra un buen concepto.
Permíteme mostrarte el ejemplo más quemado de la historia de la mercadotecnia:
Cuando viste ese logo, pensaste en un nombre, en ciertos colores, en tamaños de café con nombres raros, tal vez un “agh”, quizá un “yey”. No te dije qué era, qué vendían, cómo se llamaban, pero sabes todo.
Claro que eso no aplica a la música, ¿cierto?
Pensaste en colores, nombres, un sonido, un tipo de ropa, una historia… Pensaste en un concepto coherente y bien amarrado. No sobra, no falta.
¿Un tip dentro del tip? Que tu concepto sea diferente y refleje lo que son tú y tu proyecto. Caloncho se clavó con las frutas, Ghost con la religión (de una forma diferente a Marilyn Manson), Andrea LP con los dinosaurios; clávate en algo que encaje con tu música y explóralo por todos lados.
Esto ayuda a que tu fanbase vea algo y se acuerde de ti, y que quien no te conoce vea tu imagen de perfil en Facebook y diga “esto se ve bien, ¿qué es?”, click.
2.- Genera una experiencia.
Piensa en el primer disco que compraste. Piensa en el último. ¿Realmente los compraste sólo por la música?
La música conlleva una experiencia. Un taxista me contó que escuchaba salsa porque sale a bailar con su esposa los sábados y le terminó gustando, otro escuchaba rock clásico porque era la música que cantaba con su (fallecido) mejor amigo. Estoy segura de que la razón por la que Despacito y Mi Gente rompieron la música latina van por ahí.
¿Tú por qué escuchas a tu banda favorita?
¿Por qué la gente debería escogerte a ti como su proyecto favorito?, ¿qué les vas a ofrecer?
El escenario y las redes sociales pueden ser el lugar ideal para generar una experiencia amarrada a tu concepto. Puede ser bailar (J. Balvin), puede ser una forma de vida (Sex Pistols – o cualquier subcultura, pero eso ya es otro tema igual de completo -), puede ser una historia (Gorillaz), puede ser un show, una personalidad…
Tú escoge, desarrolla y experimenta.
Una amiga a la que no le gustaba Belafonte Sensacional me acompañó a verlo en vivo.
Esa noche bajó a su iPod (por decir un número) 8 de las 10 canciones que tocó. Hoy me sigue preguntando cuándo vamos a volver a verlo.
El pilón: busca ser coherente.
Dejemos de lado el concepto por dos segundos, aunque este también debe tener una coherencia.
Maluma además de ser “la fiesta” y “el baile”, es este “chico rudo” que va al gimnasio, tiene tatuajes y usa chamarras de cuero. Su música va por esa línea: “sin contratos” con sus cuatro babys. Taylor Swift en un inicio era la niña buena que soñaba con su príncipe azul, y cuando esa imagen perdió credibilidad (o aburrió a su audiencia), se convirtió en la perra maldita que apunta a todos en su lista roja y hace un video sobre cómo la “old Taylor Swift” se murió.
La gente no es tonta, y menos cuando todo (TODO) te lo ventila internet. Sea cual sea tu concepto, sea cual sea la experiencia que vas a generar, sé honesto. Básate en ti, en lo que te gusta, en lo que crees, en cómo te ves a ti mismo. Créeme, te va a ser más fácil desarrollar algo increíble.
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